Esta semana he tenido la suerte de leer “El pequeño libro para invertir con sentido común”, del recientemente fallecido John Bogle.
En este libro he encontrado la confirmación y la validación matemática y estadística de algunas de las ideas que llevan un tiempo rondándome la cabeza:
- Que mi capacidad de elección de buenas empresas en qué invertir es muy limitada y que es un juego perdedor de partida.
- Que la capacidad de elección de buenas empresas incluso para los gestores de fondos profesionales es muy limitada, y esto queda demostrado en el hecho de que la gran mayoría no consigue batir a los índices de referencia en el medio-largo plazo.
- Que la mayor minimización del riesgo se consigue con la mayor diversificación posible (geográfica, de sector, etc)
- Que lo único seguro en inversión son los gastos y que tienen un impacto brutal en nuestras rentabilidades futuras.
- Que intentar “ser más listo”, entrando y saliendo de fondos o acciones, es receta demostrada para perder dinero.
Estas ideas me han llevado a pensar que efectivamente, aunque sea poco sexy – ya dije en su momento que era la forma más aburrida de invertir – y se me grite desde muchos frentes que estoy dejando grandes oportunidades en la mesa, la estrategia ganadora a largo plazo para mi es rebalancear mi cartera hacia una estrategia indexada: máxima diversificación, bajo coste y simplicidad absoluta.
El tema de los costes es especialmente hiriente: cuando ves que en gestión activa se cobra un 1.75%-2% de tu patrimonio cada año (¡aunque tengas unas pérdidas del 20%!) y que la indexada es menos de la mitad, te dan ganas de tirarte de los pelos. El impacto de los gastos, sumado a la inflación, a largo plazo es terrible (podéis leer más sobre el tema en este gran artículo de Ahorro Capital).
También está el factor elección de los fondos activos, que me produjo un buen quebradero de cabeza cuando comencé: cuando intentas decidir qué fondo escoger, basado en rentabilidades pasadas, en el equipo gestor, en su filosofía de inversión, en recomendaciones de expertos… te das cuenta de que hay un salto de fé, una decisión basada en confianza, pero sin argumentos sólidos que te digan que dicho equipo gestor va a batir al mercado consistentemente en los años venideros.
En definitiva, este libro, más mucha investigación, conversaciones con expertos y reflexión, me confirma que mi transición hacia una cartera indexada para mi inversión al largo plazo será el camino a elegir.
A día de hoy mi cartera indexada es tan sólo un 30% de mi cartera de fondos, mientras que los fondos activos “value” (Bestinver y Magallanes) son el 70% restante. Mi idea a medio plazo es ir haciendo traspasos periódicos de los unos a los otros cuando vayamos recuperando valor después de la última caída del 2018 y así consolidar mi cartera conforme a estas ideas.
¿Cómo he creado mi cartera indexada?
Actualmente la tengo creada con el robo-advisor Indexa, ya que tiene los costes más bajos del mercado.
¿Y por qué un robo-advisor como Indexa?
Esta forma de llevar mi cartera (básicamente con un sistema de inversión automático) me aporta:
1) La elección de los índices globales y su distribución en cartera
2) Balanceo automático renta variable – renta fija en base a mi perfil de riesgo
3) Tal vez el más importante para mi: cero dedicación de tiempo (hago transferencias y ellos distribuyen la inversión en los % adecuados para mantener la distribución de activos y riesgo óptima).
Sinceramente estoy muy contento con Indexa y lo veo perfecto como forma de iniciarse en el mundo de las carteras indexadas.
¿Y en el futuro?
Tal vez me plantee estudiar más en profundidad cómo gestionar yo mismo una cartera indexada directamente sin robo-advisors para así reducir aún más los costes (aunque tendrá un coste en tiempo de estudio, toma de decisiones y ejecución de la estrategia), pero de momento seguiré mi camino con ellos y seguiré estudiando y aprendiendo, por supuesto.
Como dijo Bogle:
“El mayor enemigo de un buen plan es el sueño de un plan perfecto.
No abandones el buen plan”
John Bogle
Un abrazo,
Inversor Millennial
PD: aquí podéis pillar el libro de Bogle, si os interesa.
PD 2: aquí podéis hacer el test de riesgo de Indexa para ver vuestro perfil óptimo de cartera.
Muchas gracias por el artículo, muy interesante. Estaba buscando un robo-advisor, y le echaré un ojo a Indexa. ¡Un saludo!
Y los fondos de inversión Vanguard ??
Hola Javier:
Indexa invierte en Vanguard (entre otros), y usando la clase institucional, que tiene mejores condiciones, así que estoy dentro.
Invertir directamente en ellos haciéndome mi propia cartera es algo que estudiaré más adelante, como comentaba al final del artículo, pero ahora estoy bastante pillado de tiempo así que Indexa me facilita la vida.
¡Gracias por comentar! 🙂
Un abrazo,
IM
Gracias por comentar, Carlos. Me alegro de que te haya parecido interesante.
Si tienes alguna duda sobre Indexa, no dudes en preguntarme
Un abrazo!
IM
Un libro excelente, y su versión larga ofrece aún más datos, aunque es cierto que exige más esfuerzo y tiempo en su lectura. Desde Fintup -somos una fintech dedicada a wealthtech- también aplcamos estos principios y el ‘core’ de nuestras carteras al que damos acceso es de Vanguard Clase Institucional; y añadimos ese pequeño porcentaje de fondos value que sí son los pocos que merecen su comisión. Componer una cartera así es muy eficaz, tanto en resultados como en costes totales.
Gracias por comentar, Álvaro. Me parece curioso vuestro modelo ¿cómo escogéis los fondos value? Creo que una mala elección puede restar mucha rentabilidad en el largo plazo, y además reduce vuestra diversificación.
Un saludo!
IM
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Buenas tardes, interesante artículo, me gustaría saber si has pensado en un escenario bajista y si hay los instrumentos necesarios para operar a la baja.
Saludos
Hola Joaquín:
En escenarios bajistas, mientras esté en periodo de acumulación, incrementar las aportaciones en la medida de lo posible (comprar más cuando estamos en “rebajas”). Cuando estemos en periodo de reparto (a la hora de empezar a sacar dinero de “la hucha”), el reparto RV-RF será más conservador y eso amortigua las caídas del mercado mediante los bonos.
Un saludo y ¡gracias por comentar! 🙂