La semana pasada, uno de mis hermanos pequeños anunciaba en el grupo de WhatsApp familiar que le había salido trabajo de lo suyo y que comenzaría pronto. ¡Notición!
Recuerdo cuando yo empecé y recibí mis primeras nóminas: ¡qué subidón! Y también ¡qué dudas!:
¿Qué voy a hacer con TAAAANTO dinero? (acostumbrado a casi nada, cobrar por muy poco que fuera ya era ¡una auténtica fortuna!), ¿cómo lo gestiono? ¿ahorro o lo gasto? ¿me compro ya un coche nuevo?…
Para mi hermano y para los que estén en su situación y que se planteen cómo gestionar sus primeros sueldos, y aún con la casi certeza de que como corresponde, se ignorarán los comentarios de la generación anterior, aquí van unas reflexiones sobre el dinero que te harán estar muy por delante de toda una generación, la generación Z.
1. ¡Disfruta!
Antes de nada, disfruta: te lo mereces. Después de tantos sacrificios, findes y noches de estudio, veranos sacrificados para sacar la carrera y mucho más, ¡disfruta! Ahora es el momento de vivir experiencias que antes no habías podido por falta de pasta. Disfruta de escapadas, eventos, cultura, salidas y fiestas, cine, restaurantes nuevos que antes estaban alejados de tus posibilidades y aprende a saborear estas experiencias nuevas. Esas experiencias son únicas y quedarán en la memoria.
2. Ahorra
De momento estás en la casa familiar (la edad media de emancipación en España son los 29 años), sin grandes gastos, otros pagan tus facturas. Aprovecha para ahorrar una parte considerable de tu nómina. ¿Cuánto? El 25%-30% del sueldo puede ser un buen punto de partida. ¡Hasta ahora has vivido con muuuucho menos, así que apenas te costará! 🙂
En cuanto te los ingresen, mételos en una cuenta de ahorro, que estén fuera de tu cuenta habitual, así no contarás con ese dinero. Lo querrás dentro de no mucho para muchas cosas: un viaje, la entrada de un coche, la fianza de alquiler de un piso, un master…
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3. Pospón el coche lo más posible
Lo más probable es que ¡no necesites un coche! Llevas toda la vida usando el transporte público y la bici para ir a todos lados y aunque te apetezca y parezca que es lo que “la gente hace” cuando tiene un trabajo, la compra de un coche es un lastre muy muy pesado económicamente. Ha supuesto una ruina para muchos amigos míos en su momento. El coche tiene muchos gastos ocultos de mantemiento, gasolina, reparaciones, seguros… y con los sueldos precarios y la inestabilidad laboral en los inicios, puedes verte pagando la cuota del coche sin tener ingresos. Problemón.
Posponlo lo más posible, y cuando llegue el momento (si llega) evalúa otras opciones (segunda mano, kilómetro cero, etc): un coche nuevo se devalúa A LO BESTIA en cuanto sale por la puerta del concesionario.
4. Sé generoso
Tal vez la reflexión más importante.
“Ya ayudaré cuando tenga dinero”, es el pensamiento más habitual cuando piensas en la gente que no tiene las posibilidades que tú has tenido. Solemos inventarnos mil excusas para evitar soltar pasta, pero a nuestro alrededor hay mucha MUCHA gente que lo está pasando mal por falta de recursos. ¿No crees que es lo suyo compartir un poco de lo que nos llega a final de mes con aquellos que lo han tenido muy jodido en la vida?
Ahora que vas a tener algunos ingresos recurrentes puedes buscar mil maneras de colaborar económicamente con quien más lo necesite (donaciones puntuales, ayudar a través de ONGs, parroquias, fundaciones…). Yo personalmente llevo muchos años siendo socio de Médicos Sin Fronteras – puedes hacerte socio por sólo 5€/mes – pero hay muchísimas más con las que colaborar. Dale una pensada y evalúa distintas opciones.
¡Y eso es todo!
Con estas cuatro reflexiones creo que estás en buen camino para arrancar tu vida laboral de forma madura e ir poco a poco adentrándote en el mundo del trabajo y el dinero. ¡Enhorabuena y ánimo con tu nueva aventura! 🙂
Deja un comentario abajo si hay alguna cuestión que se me haya pasado o contáctame por email si quieres preguntar algo en privado.
¡Un abrazo!
Inversor Millennial
Lo comparto todo ,menos el coche,una persona joven el coche le da mucha libertad sin depender de transporte público.
Y solo se es joven una vez y el tiempo pasa y no vuelve.
En casa de los padres da para coche ahorrar y mucho más.
Saludos
Yo sí lo comparto. Pero si de verdad quieres comprar un coche no te dejes llevar por la publicidad (libertad, estatus, diversión… la realidad es atascos y más atascos) y sobre todo por la presión de tu entorno: No necesitas un coche nuevo, mucho menos pedir un préstamo para pagarlo y mucho menos que sea de una marca de lujo.
Un coche es un sumidero de dinero, procura que sea lo mínimo.
¡Son muy buenos consejos!
Una vez que empiezas a trabajar y ganar dinero ves tanto de repente y nadie nos ha enseñado a que hacer con él, que siempre va bien unas pequeñas orientaciones.
Un saludo.
Te falta el punto principal: haz caso a tus mayores! XD porque la experiencia que se acumula con el paso de los años, te puede llevar a escribir un artículo como este y que yo suscribo punto por punto, pero cuando se es “joven”, no se tiende a escuchar consejos.
Enhorabuena por ser socio y donar parte de tus ingresos a una ONG. Entre todos, rescatamos algunas estrellas de mar como decía la fábula.
¡Hola David! Jeje, pues dejé un comentario relacionado en el post: “aún con la casi certeza de que como corresponde, se ignorarán los comentarios de la generación anterior, aquí van unas reflexiones” … y es que ¡no vamos a cambiar la historia de la humanidad a estas alturas! 😀
Algunos escucharán, otros aprenderán de los errores en cabeza propia… ley de vida. Ya he recibido feedback de alguno de mis lectores de que han puesto en práctica algunos de los consejos: sólo con eso ya me doy por satisfecho.
Un abrazo y ¡gracias por pasarte por aquí! 🙂